lunes, 15 de junio de 2009

Le ga li za ción

Estaba el feriado en Benavídez (para quien no sepa, es donde termina el mundo un poco más allá, unos 50 km de Capital), cuidando una casa, cuando me di cuenta que se estaba haciendo de noche y decidí volverme a la mía.
Para dejar una casa en condiciones y no olvidarse nada, no es bueno fumar así que lo dejé a mano para cuando saliera.

Mochila al hombro, camino a la parada, a paso lento por la calle iba fumando tranquila.
Casi llegando a la parada, veo pasar un 60.
Uhhh!
Y 10 segundos después otro.
UUUHHHH!!!!!
Y llegando a la esquina, veo venir el tercero.
Corré, después pensás, me dije, Descartes no se drogaba.

Mientras corría, con el porro en la mano, pensé:
Uh pero este va hasta tigre primero, voy a estar mil años. Sí, bueno, pero hace mucho que no voy a tigre, y dejar pasar tres 60 un feriado equivale a quedarte a vivir en esta esquina. Sí, claro, además drogada y quieta no da. Uy cierto, drogada... el porro, qué hago? No lo voy a tirar...

Para cuando terminé de pensar todo eso, lo había logrado, estaba subiéndome al 60... con un porro en la mano, que suponía apagado por la corrida y cuando lo miré, vi claramente el humo que despedía.
Con cara de nada, saqué mi boleto, fui hasta mi asiento, me puse el porro en la boca mientras guardaba el boleto, las monedas, las llaves, le di la pitada de despedida, lo apagué y lo guardé.

Si se quieren dar ese gusto, ya saben a dónde se pueden ir.
Que haya un policía viajando en el colectivo al que suben es el ingrediente que queda librado a su puro azar (o karma).

martes, 9 de junio de 2009

aspect of the cheetah

Miren, chitas -que tienen un nombre muchísimo más copado en inglés: cheetah

(todo esto para decir que en cualquier momento posteamos)