sábado, 7 de noviembre de 2009

Intento de desmitificación

Eran las 7 u 8 de la tarde, yo acababa de fumar, estaba muy muy tranquila hasta que recordé que tenía que pagar cuentas. Me pregunté si sería capaz de interactuar con un cajero automático, pero decidí intentarlo.
Agarré las dos facturas, y un papel con datos para hacer una transferencia. Me abrigué mucho (siempre me abrigo mucho cuando fumo, por si acaso) y comencé a caminar hacia el banco.

A las dos cuadras, se me ocurrió que debía probar que era un mito que la marihuana reducía las capacidades mentales y agarré el celular para activar el cronómetro apenas entrara al banco, para demostrar en qué tan poco tiempo podía hacer estas tres operaciones bancarias exitosamente.

Llegué entonces a la puerta del banco, celular en mano, y descubrí al intentar entrar que me había olvidado la tarjeta. Me reí todo el camino de vuelta a casa.

Ok, ustedes ganan.